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Una caravana de madres y familiares de v¨ªctimas de desaparici¨®n forzada de varios estados lleg¨® a la Ciudad de M¨¦xico para exigir justicia al gobierno federal en el D¨ªa de la Madre en M¨¦xico (2012).
La familia y los amigos de las personas desaparecidas sufren una angustia mental lenta, ignorando si la v¨ªctima vive a¨²n y, de ser as¨ª, d¨®nde se encuentra recluida, en qu¨¦ condiciones y cu¨¢l es su estado de salud.
Foto:ACNUDH M¨¦xico.

Mucho m¨¢s que una violaci¨®n de los Derechos Humanos

La desaparici¨®n forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensaci¨®n de inseguridad que esa pr¨¢ctica genera no se limita a los parientes pr¨®ximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad.

La desaparici¨®n forzada se ha convertido en un problema mundial que no afecta ¨²nicamente a una regi¨®n concreta del mundo. Las desapariciones forzadas, que en su d¨ªa fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy d¨ªa en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como m¨¦todo de represi¨®n pol¨ªtica de los oponentes. Es motivo de especial preocupaci¨®n:

  • el acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las v¨ªctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparici¨®n forzada;
  • el uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones;
  • y la todav¨ªa generalizada impunidad por la pr¨¢ctica de la desaparici¨®n forzada.

Debe prestarse tambi¨¦n especial atenci¨®n a los grupos de personas especialmente vulnerables, como los ni?os y las personas con discapacidad.

Cientos de miles de personas han desaparecido durante conflictos o per¨ªodos de represi¨®n en al menos 85 pa¨ªses de todo el mundo.

 

 
 

?A qui¨¦n afecta?

A las propias v¨ªctimas

Las v¨ªctimas, muchas veces torturadas y siempre temerosas de perder la vida, y para los miembros de la familia, que no saben la suerte corrida por sus seres queridos y cuyas emociones oscilan entre la esperanza y la desesperaci¨®n, cavilando y esperando, a veces durante a?os, noticias que acaso nunca lleguen. Las v¨ªctimas saben bien que sus familias desconocen su paradero y que son escasas las posibilidades de que alguien venga a ayudarlas. Al hab¨¦rselas separado del ¨¢mbito protector de la ley y al haber "desaparecido" de la sociedad, se encuentran, de hecho, privadas de todos sus derechos y a merced de sus aprehensores.

Incluso si la muerte no es el desenlace final y tarde o temprano, terminada la pesadilla, quedan libres, las v¨ªctimas pueden sufrir durante largo tiempo las cicatrices f¨ªsicas y psicol¨®gicas de esa forma de deshumanizaci¨®n y de la brutalidad y la tortura que con frecuencia la acompa?an.

A los amigos y familiares de las v¨ªctimas

La familia y los amigos de las personas desaparecidas sufren una angustia mental lenta, ignorando si la v¨ªctima vive a¨²n y, de ser as¨ª, d¨®nde se encuentra recluida, en qu¨¦ condiciones y cu¨¢l es su estado de salud. Adem¨¢s, conscientes de que ellos tambi¨¦n est¨¢n amenazados, saben que pueden correr la misma suerte y que el mero hecho de indagar la verdad tal vez les exponga a un peligro a¨²n mayor.

La angustia de la familia se ve intensificada con frecuencia por las consecuencias materiales que tiene la desaparici¨®n. El desaparecido suele ser el principal sost¨¦n econ¨®mico de la familia. Tambi¨¦n puede ser el ¨²nico miembro de la familia capaz de cultivar el campo o administrar el negocio familiar. La conmoci¨®n emocional resulta pues agudizada por las privaciones materiales, agravadas a su vez por los gastos que hay que afrontar si los familiares deciden emprender la b¨²squeda. Adem¨¢s, no saben cu¨¢ndo va a regresar, si es que regresa, el ser querido, lo que dificulta su adaptaci¨®n a la nueva situaci¨®n. En algunos casos, la legislaci¨®n nacional puede hacer imposible recibir pensiones u otras ayudas si no existe un certificado de defunci¨®n. El resultado es a menudo la marginaci¨®n econ¨®mica y social.

Las graves privaciones econ¨®micas que a menudo acompa?an a una desaparici¨®n afectan con m¨¢s frecuencia a las mujeres, adem¨¢s, son las mujeres las que est¨¢n m¨¢s a menudo al frente de la lucha para solucionar las desapariciones de miembros de su familia. A ese t¨ªtulo pueden sufrir intimidaci¨®n, persecuci¨®n y represalias. Cuando las mujeres son las v¨ªctimas de desapariciones, se hacen particularmente vulnerables a la violencia sexual y de otro tipo.

Los ni?os tambi¨¦n pueden ser v¨ªctimas de las desapariciones, tanto directa como indirectamente. La desaparici¨®n de un ni?o contraviene claramente varias disposiciones de la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o, incluso su derecho a una identidad personal. Privar al ni?o de uno de sus padres a causa de una desaparici¨®n es tambi¨¦n violar gravemente sus derechos.

Comunidades

Las comunidades est¨¢n directamente afectadas por la desaparici¨®n de sost¨¦n de la familia, y la degradaci¨®n de la situaci¨®n de las familias econ¨®mica y su marginaci¨®n social.

La desaparici¨®n forzada se ha usado a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensaci¨®n de inseguridad que esa pr¨¢ctica genera no se limita a los parientes pr¨®ximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad.

 

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Seg¨²n la , proclamada por la Asamblea General en su resoluci¨®n 47/133, de 18 de diciembre de 1992, como conjunto de principios que deben ser aplicados por todos los Estados, se producen desapariciones forzadas siempre que:

?se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que act¨²an en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorizaci¨®n o su asentimiento, y queluego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que est¨¢n privadas de la libertad, sustray¨¦ndolas as¨ª a la protecci¨®n de la ley.?

 

Una grave violaci¨®n de los derechos humanos

Las v¨ªctimas de desapariciones, al haberlas separado del ¨¢mbito protector de la ley y al haber "desaparecido" de la sociedad, se encuentran, de hecho, privadas de todos sus derechos y a merced de sus aprehensores. Algunos de los derechos humanos que las desapariciones forzadas violan con regularidad son:

  • El derecho al reconocimiento de la personalidad jur¨ªdica;
  • El derecho a la libertad y seguridad de la persona;;
  • El derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;
  • El derecho a la vida, en caso de muerte de la persona desaparecida;
  • El derecho a una identidad;
  • El derecho a un juicio imparcial y a las debidas garant¨ªas judiciales;
  • El derecho a un recurso efectivo, con reparaci¨®n e indemnizaci¨®n;
  • El derecho a conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparici¨®n.

Las desapariciones tambi¨¦n suponen en general una violaci¨®n de diversos derechos de car¨¢cter econ¨®mico, social y cultural, tanto para las v¨ªctimas, as¨ª como sus familias:

  • El derecho a la protecci¨®n y a la asistencia a la familia;
  • El derecho a un nivel de vida adecuado;
  • El derecho a la salud;
  • El derecho a la educaci¨®n.

Tanto el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que entr¨® en vigor el 1 de julio de 2002, como la , aprobada por la Asamblea General de la ONU el 20 de diciembre de 2006, establecen que cuando, como parte de un ataque generalizado o sistem¨¢tico dirigido a cualquier poblaci¨®n civil, se cometa una ?desaparici¨®n forzada?, ¨¦sta se calificar¨¢ como un crimen contra la humanidad y, por tanto, no prescribir¨¢. Se dar¨¢ a las familias de las v¨ªctimas el derecho a obtener reparaci¨®n y a exigir la verdad sobre la desaparici¨®n de sus seres queridos.

 

El origen del D¨ªa Internacional

El 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General, en virtud de la , expres¨® su preocupaci¨®n, en particular, por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, como los arrestos, las detenciones y los secuestros cuando son parte de las desapariciones forzadas o equivalen a ellas, y por el creciente n¨²mero de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidaci¨®n padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas que han desaparecido.

Asimismo, la resoluci¨®n acoge con benepl¨¢cito la aprobaci¨®n de la y decide declarar el 30 de agosto D¨ªa Internacional de las V¨ªctimas de Desapariciones Forzadas, que comenz¨® a observarse en 2011.

Instrumentos internacionales

 

Webs relacionadas y publicaciones

 

Para ver

 

 

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M¨¢s de 100.000 personas han desaparecido sin dejar rastro en M¨¦xico, y las mujeres ind¨ªgenas son especialmente vulnerables. Sin embargo, eso no detuvo a , que se convirti¨® en activista a los quince a?os, despu¨¦s de haber sido testigo de numerosos episodios de violencia. Por su activismo, fue secuestrada junto con otro activista, pero gracias a la presi¨®n de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en M¨¦xico y el hastag #QueremosAObtilia, que se hizo viral en M¨¦xico, ambos activistas fueron liberados.

El acepta casos de cualquier pa¨ªs del mundo. No es necesario agotar los recursos internos antes de presentar un caso al Grupo. Los casos de desaparici¨®n pueden ser denunciados por familiares de desaparecidos o por organizaciones que act¨²en en su nombre.  que puede enviar por correo electr¨®nico o correo postal. Puedes ver el sobre c¨®mo denunciar una desaparaci¨®n. 

illustration of people with clock, calendar, to-do list and decorations

Los D¨ªas Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al p¨²blico en general sobre temas de gran inter¨¦s, tales como los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. Al mismo tiempo, pretenden llamar la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n y los Gobiernos para dar a conocer problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de medidas pol¨ªticas concretas. M¨¢s informaci¨®n.