3 junio 2022

Hace 125?a?os, un nuevo invento tecnológico se extendió por gran parte de Europa y Estados Unidos, que, con el tiempo, fue transformando las expectativas culturales respecto a la moda, el comportamiento y los derechos de las mujeres.

Dicha innovación fue la primera "bicicleta de seguridad", el dise?o básico de lo más parecido a las bicis actuales. Este nuevo tipo de bicicleta ayudó a que las mujeres se emanciparan de sus corsés y polisones victorianos, que no eran apropiados para montar en bici, aumentó su visibilidad en público (literalmente) y les permitió viajar por sí solas.

Un artículo de 1896 del?New York Times?sobre la nueva moda de las bicicletas reconocía el poder transformador de este simple artilugio: "...la bicicleta promete una espléndida extensión del poder y la libertad personales, bastante cerca de los que darían unas alas". Y, efectivamente, las mujeres levantaron el vuelo; entre ellas, destaca la feminista estadounidense y madre de tres ni?os?, que se convirtió en la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bici.

Pero la extensión del poder transformador de las bicicletas no fue mundial; en concreto, no llegó al ?frica subsahariana, donde habitualmente las pocas bicis que se ven por la carretera suelen ser?para las condiciones locales o para satisfacer las necesidades de sus usuarios.

En la actualidad, un cierto número de tendencias convergentes han renovado el interés por el potencial de las bicicletas para empoderar a mujeres y ni?as, reducir la pobreza y mejorar la salud en el ?frica subsahariana.

En primer lugar, existe un mayor reconocimiento del desafío que plantea la exclusión rural.

En los últimos 25?a?os, el mundo ha sido testigo de la reducción de la pobreza de mayor envergadura de la historia, con más de?. No obstante, este extraordinario progreso no ha sido uniforme. Cerca de 1.000?millones de habitantes de zonas rurales de todo el mundo y el??corren el riesgo de quedar atrás por vivir en comunidades alejadas de carreteras accesibles en todo tipo de condiciones climáticas, lo que deja fuera de su alcance la educación, la atención sanitaria, los insumos agrícolas, los mercados y otros servicios esenciales necesarios para terminar con el ciclo de la pobreza en que están sumidos.

Según las investigaciones, se estima que el??que se producen en el ?frica subsahariana rural están relacionadas con la distancia, y es que los pacientes no pueden llegar a los centros sanitarios o no lo hacen a tiempo.

Trabajadores sanitarios comunitarios con bicicletas en Hwange, Zimbabwe, que redujeron sus tiempos de desplazamiento y aumentaron las visitas a pacientes. Mana Meadows/World Bicycle Relief

En toda ?frica, se estima que actualmente??de ni?os en edad de asistir a la escuela primaria no están escolarizados.?Según?, el factor determinante más importante de la escolarización primaria es la proximidad de una escuela para los ni?os en edad escolar.

Recientemente, este panorama profundamente desigual incitó al?Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres a afirmar?que la disparidad de ingresos y la falta de oportunidades "están creando un círculo vicioso de desigualdad, frustración y descontento entre generaciones".

A día de hoy, organizaciones bilaterales y multilaterales, gobiernos y organizaciones no gubernamentales reconocen estos focos de exclusión rural y descontento como una llamada urgente a la acción.

En segundo lugar, sabemos que la?). El logro de estos ODS exige no solo que se construyan escuelas y centros de salud, sino también que se considere cómo la gente de zonas rurales va a acceder a ellos. Sabemos que estas inversiones en escuelas y centros sanitarios no cambiarán nada si la gente no puede llegar hasta ellos.

En tercer lugar, cada vez está más aceptado el hecho de que el acceso rural constituye particularmente un problema de género. Las barreras sociales y culturales acrecientan la distancia entre las mujeres y ni?as de zonas rurales y los servicios y oportunidades que necesitan para prosperar.

Por ejemplo, la larga caminata diaria para ir a buscar agua, que se hace aún más larga por el cambio climático, no es solo un inconveniente para las ni?as, tradicionalmente encargadas de traer agua a casa en comunidades rurales; también puede comprometer su posibilidad de hacer otro largo recorrido hasta la escuela porque simplemente se quedan sin luz solar. El largo camino a la escuela también expone a las ni?as a situaciones de acoso y agresión, y puede agravar la pobreza de su familia, pues podría impedir que las ni?as ayuden en casa, en la granja familiar o a llegar a fin de mes antes o después del colegio. Tristemente,??obliga??a dar a luz sin contar con una persona cualificada que atienda el parto.

Las ni?as en Zambia, gracias a las bicicletas Buffalo, tienen un 19?% menos de posibilidades de dejar la escuela, y su absentismo se ha reducido en un 28?%. World Bicycle Relief

Por último, está aumentando el reconocimiento, a partir de las investigaciones llevadas a cabo en??y?, del papel potencial de la bicicleta como transferencia efectiva no monetaria condicionada que ayuda a las ni?as a llegar a sus escuelas y evitar el abandono escolar.

Estas tendencias concurrentes están sirviendo de apoyo de un cierto número de prometedores esfuerzos por ampliar el acceso al transporte asequible en bicicleta que puede empoderar a las mujeres y ni?as del ?frica subsahariana.

En los últimos diez a?os, el Ministerio de Educación de Zambia, en colaboración con la World Bicycle Relief, ha ayudado a 36.977?ni?as de zonas rurales a llegar a sus escuelas de manera rápida y segura con bicicletas especialmente dise?adas. Un riguroso??aleatorizado y otras evaluaciones del programa han descubierto que las ni?as a las que se les facilitaba una bicicleta:

  • Tenían un 19?% menos de posibilidades de dejar la escuela;
  • Reducían en un 28?% el absentismo;
  • Reducían su tiempo de desplazamiento en un 33?% y ahorraban más de una hora al día;
  • Sacaban mejores notas en matemáticas;
  • Decían sentir que controlaban más las decisiones que afectan a sus vidas;
  • Sufrían un 22?% menos de acoso sexual o de otro tipo de camino a la escuela.

La asociación World Bicycle Relief ya ha conectado a más de 200.000?mujeres y ni?as africanas con bicicletas especialmente dise?adas para aguantar las duras condiciones del terreno día tras día. Estos caballos de batalla están hechos de acero, con ruedas resistentes a los pinchazos y un soporte trasero muy resistente dise?ado para llevar 200?kilos de carga. En octubre de 2021, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, en reconocimiento del potencial de las bicicletas para fomentar el crecimiento económico inclusivo y el empoderamiento femenino,??dos subvenciones para mejorar el acceso sostenible a bicicletas asequibles en el ?frica subsahariana.

Mientras las bicis ya no son el emblema del empoderamiento y la autodeterminación de las mujeres en América del Norte y Europa, pueden sin duda alcanzar este estatus en los próximos a?os ayudando a una generación de mujeres y ni?as del ?frica rural a acceder a la educación, la atención sanitaria y oportunidades de medios de sustento, y permitiéndoles lograr sus sue?os.

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