3 agosto 2020

La educaci車n es la clave para el desarrollo personal y el futuro de las sociedades.

Abre oportunidades y reduce las desigualdades.

Constituye los cimientos de las sociedades informadas y tolerantes y es un motor fundamental del desarrollo sostenible.

La pandemia del COVID-19 ha causado la mayor disrupci車n que ha sufrido nunca la educaci車n.

A mediados de julio las escuelas permanec赤an cerradas en m芍s de 160 pa赤ses, algo que afecta a m芍s de 1.000 millones de estudiantes.

Al menos 40 millones de ni?os de todo el mundo han perdido tiempo de ense?anza en su primer a?o de educaci車n preescolar, un a?o fundamental.

Y los progenitores, especialmente las mujeres, se han visto obligados a asumir pesadas cargas de cuidados en los hogares.

A pesar de las clases impartidas por radio, televisi車n y en l赤nea, y de los mejores esfuerzos de docentes y progenitores, sigue habiendo muchos alumnos a los que no se ha llegado.

Los alumnos con discapacidades, aquellos de comunidades minoritarias o desfavorecidas, los desplazados y refugiados y aquellos en zonas remotas son los que corren mayor riesgo de que se los deje atr芍s.

Incluso para aquellos que tienen acceso a la educaci車n a distancia, los buenos resultados dependen de sus condiciones de vida, incluida la distribuci車n justa de las tareas dom谷sticas.

Vivimos un momento decisivo para los ni?os y los j車venes de todo el mundo.

Ya antes de la pandemia sufr赤amos una crisis de la educaci車n.

M芍s de 250 millones de ni?os en edad escolar no estaban escolarizados.

Y, en los pa赤ses en desarrollo, solo la cuarta parte de los alumnos de secundaria dejaban la escuela con competencias b芍sicas.

Ahora nos enfrentamos a una cat芍strofe generacional que podr赤a desperdiciar un potencial humano incalculable, minar d谷cadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas.

Las repercusiones que ello tendr芍, entre otras esferas, en la nutrici車n infantil, el matrimonio infantil y la igualdad de g谷nero son profundamente preocupantes.

Este es el tel車n de fondo del documento de pol赤ticas que presento hoy, junto con una nueva campa?a con asociados en el 芍mbito de la educaci車n y organismos de las Naciones Unidas llamada ※Salvar Nuestro Futuro§.

Vivimos un momento decisivo para los ni?os y los j車venes de todo el mundo.

Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendr芍n un efecto duradero en cientos de millones de j車venes, as赤 como en las perspectivas de desarrollo de los pa赤ses durante decenios.

En este documento de pol赤ticas se hace un llamamiento a la acci車n en cuatro 芍mbitos principales:

Primero, reabrir las escuelas.

Una vez que la transmisi車n local del COVID-19 est谷 controlada, devolver a los alumnos a la escuela y las instituciones de ense?anza de la manera m芍s segura posible debe ser una de las prioridades fundamentales.

Hemos publicado una serie de directrices para ayudar a los gobiernos en esta compleja tarea.

Ser芍 esencial encontrar un equilibrio entre los riesgos para la salud y los riesgos para la educaci車n y la protecci車n de los ni?os, y tener en cuenta tambi谷n la repercusi車n en la participaci車n de las mujeres en la fuerza de trabajo.

Es fundamental consultar a los progenitores, los cuidadores, el personal docente y los j車venes.

Segundo, dar prioridad a la educaci車n en las decisiones de financiaci車n.

Antes de la crisis, los pa赤ses de ingresos bajos y medianos ya ten赤an una necesidad de fondos no satisfecha para la educaci車n de 1,5 billones de d車lares al a?o.

Ahora ese d谷ficit de financiaci車n ha aumentado.

Los presupuestos para educaci車n se deben proteger y aumentar.

Y es fundamental que la educaci車n est谷 en el centro de los esfuerzos internacionales de solidaridad, desde la gesti車n de la deuda y las medidas de est赤mulo a los llamamientos humanitarios mundiales y la asistencia oficial para el desarrollo.

Tercero, dirigir la acci車n hacia aquellos a los que es m芍s dif赤cil llegar.

Las iniciativas de educaci車n deben procurar llegar a aquellos que corren mayor riesgo de que se los deje atr芍s: las personas en situaciones de emergencia y de crisis, los grupos minoritarios de todo tipo, las personas desplazadas y aquellas con discapacidades.

Esas iniciativas deben ser sensibles a las dificultades espec赤ficas que enfrentan las ni?as, los ni?os, las mujeres y los hombres, y deben buscar con urgencia cerrar la brecha digital.

Cuatro, construir hoy el futuro de la educaci車n.

Tenemos una oportunidad generacional de reimaginar la educaci車n y la ense?anza.

Podemos dar un salto y avanzar hacia sistemas progresistas que impartan educaci車n de calidad para todos, como trampol赤n para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para lograrlo, necesitamos invertir en la alfabetizaci車n y la infraestructura digitales, evolucionar hacia el aprendizaje de c車mo aprender, revitalizar el aprendizaje continuo y reforzar los v赤nculos entre los sectores formal e informal de la educaci車n.

Debemos tambi谷n aprovechar los m谷todos de ense?anza flexibles, las tecnolog赤as digitales y la modernizaci車n de los planes de estudios, velando al mismo tiempo por que el personal docente y las comunidades tengan un apoyo sostenido.

Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educaci車n 〞el gran igualador〞 m芍s que nunca.

Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro.