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Pese a los esfuerzos de la comunidad internacional por poner fin al terrorismo y detener la corriente de combatientes extranjeros que se suman a la organizaci¨®n terrorista denominada Estado Isl¨¢mico en el Iraq y el Levante (EIIL), a lo largo del ¨²ltimo a?o y medio el n¨²mero de combatientes se ha multiplicado por m¨¢s de dos. Se estima que m¨¢s de 30.000 personas de m¨¢s de 100 pa¨ªses (m¨¢s de la mitad de la totalidad de los Estados Miembros de las Naciones Unidas) se han sumado a las filas del EIIL en calidad de combatientes terroristas extranjeros.

Nada justifica en ning¨²n caso un acto de terrorismo. No pueden aducirse pretextos religiosos para excusar m¨¦todos violentos. A la vez, nunca podremos derrotar a largo plazo al terrorismo a no ser que hagamos frente a las condiciones que propician su propagaci¨®n. As¨ª ha quedado subrayado en varias resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a las amenazas m¨¢s graves a la paz y la seguridad internacionales, en general, y al terrorismo, en particular, como por ejemplo en las resoluciones del Consejo de Seguridad 1963 (2010) y 2129 (2013). El primer pilar de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (A/RES/60/288) consiste asimismo en hacer frente a las condiciones que propician la propagaci¨®n del terrorismo. En fechas m¨¢s recientes, en el Plan de Acci¨®n del Secretario General para Prevenir el Extremismo Violento (A/70/674) se precisan algunas de estas condiciones posibles: la falta de oportunidades socioecon¨®micas, la marginaci¨®n y la discriminaci¨®n, la mala gobernanza, las vulneraciones de los derechos humanos y el estado de derecho, los conflictos prolongados y no resueltos y la radicalizaci¨®n en las c¨¢rceles.

En septiembre de 2015 los dirigentes de todo el mundo acordaron una nueva generaci¨®n de objetivos relacionados con el desarrollo, y el 1 de enero de 2016 entraron en vigor unos ambiciosos objetivos mundiales que en conjunto se conocen con el nombre de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Adem¨¢s de ser fundamentales por derecho propio como medio de galvanizar las iniciativas de la comunidad internacional dirigidas a atajar los graves problemas que se perfilan en el ¨¢mbito del desarrollo, los ODS tambi¨¦n pueden ayudar de forma directa e indirecta a nuestra labor de lucha contra el terrorismo haciendo frente a las condiciones que propician su propagaci¨®n.

El primero de los 17 ODS consiste en ¡°Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo¡±. Las tasas de pobreza extrema han quedado reducidas a menos de la mitad desde 1990. Aunque se trata de un logro notable, uno de cada cinco habitantes de pa¨ªses en desarrollo sigue viviendo con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa, mientras que millones se las apa?an con apenas un poco m¨¢s de esta suma diaria. La pobreza es algo m¨¢s que la carencia de ingresos y recursos para garantizar medios de vida sostenibles. Tambi¨¦n se plasma en el hambre y la malnutrici¨®n, un acceso limitado a la educaci¨®n y otros servicios b¨¢sicos, la discriminaci¨®n y la exclusi¨®n sociales y la falta de oportunidades de participaci¨®n en la adopci¨®n de decisiones. El crecimiento econ¨®mico debe ser inclusivo para generar puestos de trabajo sostenibles y promover la igualdad.

El ODS 4 va dirigido a garantizar una educaci¨®n inclusiva y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Obtener educaci¨®n de calidad es el fundamento de las mejoras en la vida y del desarrollo sostenible. Se ha avanzado decisivamente hacia un mayor acceso a la educaci¨®n en todos los niveles y hacia un aumento de las tasas de matr¨ªcula escolar, especialmente en el caso de las mujeres y las ni?as. La alfabetizaci¨®n b¨¢sica ha aumentado enormemente, aunque hay que esforzarse por seguir avanzando hacia el logro de los objetivos de la educaci¨®n universal. Un ejemplo concreto de ello ser¨ªa ampliar a todos los niveles en todos los pa¨ªses la igualdad de ni?as y ni?os en la educaci¨®n primaria.

El ODS 5 est¨¢ centrado en el logro de la igualdad de g¨¦nero y el empoderamiento de todas las mujeres y las ni?as. Hoy en d¨ªa las mujeres y las ni?as siguen siendo objeto de discriminaci¨®n y violencia en todas las partes del mundo. La igualdad de g¨¦nero no es solo un derecho humano crucial, sino tambi¨¦n fundamento necesario para lograr un mundo pac¨ªfico, pr¨®spero y sostenible. La igualdad de acceso de las mujeres y ni?as a la educaci¨®n, la asistencia sanitaria, el trabajo decente y la representaci¨®n en los procesos decisorios de ¨¢mbito pol¨ªtico y econ¨®mico crear¨¢ econom¨ªas sostenibles y ser¨¢ beneficiosa para las sociedades y la humanidad en general.

El ODS 8 establece la promoci¨®n del crecimiento econ¨®mico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. Aparte de que casi la mitad de la poblaci¨®n del planeta vive con el equivalente a unos 2 d¨®lares al d¨ªa, en demasiados lugares no basta con un trabajo para tener garantizada la capacidad de salir de la pobreza. La falta persistente de oportunidades de trabajo decente y la insuficiencia de las inversiones siguen siendo problemas graves, mientras que la creaci¨®n de puestos de trabajo de calidad presentar¨¢ grandes dificultades a casi todas las econom¨ªas en a?os venideros.

El ODS 10 va dirigido a reducir la desigualdad en los pa¨ªses y entre ellos. La comunidad internacional ha avanzado notablemente en la tarea de sacar a las personas de la pobreza. Sin embargo, persiste la desigualdad, as¨ª como disparidades en cuanto al acceso a servicios como los de atenci¨®n m¨¦dica y de ense?anza.

Por ¨²ltimo, el ODS 16 est¨¢ dedicado a promover sociedades pac¨ªficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces que rindan cuentas. Una de las metas de este objetivo consiste en promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos. Tambi¨¦n se aspira a reducir de manera significativa las corrientes financieras y de armas il¨ªcitas, fortalecer la recuperaci¨®n y devoluci¨®n de bienes robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada; garantizar la adopci¨®n en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas consonantes con las necesidades; garantizar el acceso p¨²blico a la informaci¨®n y proteger las libertades fundamentales; y fortalecer las instituciones nacionales competentes, incluso mediante la cooperaci¨®n internacional, para crear en todos los niveles, particularmente en los pa¨ªses en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia.

Los ODS, o la Agenda 2030, nombre con que se conoce este plan de acci¨®n, ofrecen la oportunidad de congregar a los pa¨ªses y ciudadanos del mundo para emprender un nuevo camino dirigido a mejorar la vida de las personas en todos los lugares. En ese sentido, son amplios al igual que ambiciosos. A la vez, ofrecen a los Estados Miembros y a las Naciones Unidas una oportunidad sin igual de hacer frente en firme a las condiciones que propician la propagaci¨®n del terrorismo. Todos juntos, emprendiendo medidas persistentes y cumpliendo nuestros compromisos, podemos alcanzar efectivamente un mundo seguro, pr¨®spero y sostenible. En mi calidad de Presidente del Comit¨¦ del Consejo de Seguridad contra el Terrorismo, establecido en virtud de la resoluci¨®n 1373 (2001) tras los atentados terroristas sufridos por los Estados Unidos el 11 de septiembre, insto a todas las partes a que aprovechen esta oportunidad.