27 junio 2013

En 2011 se cumple el trig谷simo aniversario del primer informe sobre el VIH, que se origin車 en los Estados Unidos, donde se observaban casos de una enfermedad inusual entre los hombres j車venes gay. Treinta a?os m芍s tarde, la localizaci車n y el ritmo de la epidemia han cambiado dr芍sticamente. Se estima que a nivel mundial est芍n infectadas por el VIH o viven con el virus 33,3 millones de personas, de las cuales 22,5 millones se encuentran en el ?frica Subsahariana. Adem芍s, se estima que de los 2,5 millones de ni?os de todo el mundo que viven con el VIH, 2,3 millones habitan en el ?frica Subsahariana. En ?frica Meridional, la regi車n m芍s afectada, se encuentran varios pa赤ses de ingresos bajos y medianos conocidos como los pa赤ses hiperend谷micos. En Sud芍frica solamente hay alrededor de 5,7 millones de personas que viven con el VIH/SIDA. En Swazilandia, el 42% de las mujeres que asisten a cl赤nicas prenatales est芍n infectadas y se observan tasas similares en otras partes de la regi車n. Muchos ni?os se ven afectados por la enfermedad de diversas maneras: viven con padres y familiares enfermos en hogares carentes de todo recurso a causa de la epidemia, y los que perdieron a sus padres tienen menos probabilidad de ir a la escuela o continuar su educaci車n.

Estudios realizados en las regiones de ?frica Meridional y Asia Sudoriental han demostrado que el VIH/SIDA tiene efectos negativos tanto para la demanda como para la oferta de educaci車n1,2. Los ni?os hu谷rfanos son separados de la escuela o no se les matricula debido a las limitaciones financieras de las familias afectadas, y tienen que asumir responsabilidades de cabeza de familia o proveedor del hogar. En este sentido las muchachas son m芍s vulnerables. En Kenya se hallaron v赤nculos entre el fallecimiento de los padres y el progreso de los ni?os en la escuela. En Tanzan赤a se ha observado que en los hogares en que fallece un adulto se retrasa la matr赤cula escolar de los ni?os m芍s peque?os, pero se trata de mantener a los hijos mayores matriculados. En Malawi se ha comprobado que el fallecimiento de un adulto alienta a los hijos a contraer matrimonio m芍s temprano, abandonar la escuela para ayudar al sost谷n de la familia y adoptar reg赤menes de trabajo no estructurado. Se estima que en Zambia, en m芍s del 7% de alrededor de dos millones de hogares el cabeza de familia es un ni?o1. La reducci車n de la matr赤cula en la ense?anza primaria tiene tambi谷n un efecto de domin車 en la matr赤cula de las ense?anzas secundaria y postsecundaria. Un estudio realizado por el Banco Mundial en Tanzan赤a en 1992 demostr車 que posiblemente el VIH/SIDA redujera el n迆mero de alumnos de ense?anza primaria y secundaria en 22% y 14%, respectivamente1. La elevada tasa de mortalidad infantil ocasionada por el VIH/SIDA tambi谷n reduce el n迆mero de ni?os matriculados en la escuela. La repercusi車n del VIH/SIDA en los maestros de escuela por lo que respecta a mortalidad, productividad y gastos ha tenido un efecto negativo en la calidad y la disponibilidad de la educaci車n. Se estima que en 2015, casi 8.000 maestros de la subregi車n del Gran Mekong habr芍n muerto de SIDA y 6.000 ser芍n seropositivos2. En Malawi se registr車 una tasa de infecci車n entre los maestros de m芍s de 30%, y m芍s de cuatro maestros mor赤an a diario de SIDA1.

De acuerdo con un estudio realizado recientemente en Sud芍frica sobre el VIH/SIDA en el sector de la educaci車n superior, la prevalencia media del VIH entre los estudiantes era de 3,4%, mientras que entre el personal acad谷mico era de alrededor de 1,5%3. Estos niveles son mucho m芍s bajos en comparaci車n con los de la poblaci車n en general. Dado que las instituciones de educaci車n superior son reservorios de futuros dirigentes y profesionales, es esencial que adopten estrategias de baja prevalencia y exclusi車n de nuevas infecciones.

La repercusi車n econ車mica del VIH/SIDA plantea enormes desaf赤os. Si bien no hay una relaci車n clara de causalidad entre la pobreza y el VIH, es indudable que este empobrece a los hogares y a los individuos. Hay muchas enfermedades que generan gastos catastr車ficos capaces de causar pobreza, pero el VIH/SIDA figura entre las peores porque sus v赤ctimas permanecen enfermas durante largo tiempo antes de morir, y muchas son el principal sost谷n econ車mico de su hogar.

No obstante, en ?frica Meridional el VIH/SIDA es una enfermedad de pobres. En esa regi車n es evidente que los pobres son quienes tienen m芍s probabilidades de infectarse. El primer impacto del VIH/SIDA sobre los pobres, y el peor, ocurre a nivel de las personas y de los hogares. Seguidamente el efecto pasa a ser agregado e influye en la macroeconom赤a al incidir sobre los mercados del trabajo y, por consiguiente, sobre la asignaci車n de recursos por los gobiernos4. En un estudio del VIH/SIDA realizado en zonas rurales de Tailandia, Michael P. Cameron identifica un despiadado c赤rculo vicioso de pobreza y VIH/SIDA consistente en que las personas infectadas con el VIH que son vulnerables a la pobreza tienden m芍s a incurrir en conductas de alto riesgo para enfrentarla, y ello a su vez provoca que otras personas sean susceptibles a la infecci車n con el virus.
En una encuesta nacional sudafricana, las dos terceras partes de los encuestados declararon una reducci車n del ingreso en el hogar a causa de enfermedades relacionadas con el VIH, incluida la p谷rdida directa de los generadores del ingreso. Como se comprob車 tambi谷n en otras partes del ?frica Subsahariana, los hogares declararon un aumento de los gastos por concepto de salud, lo que los oblig車 a desviar recursos de otras necesidades. Se ha observado que las enfermedades graves y los fallecimientos var赤an de acuerdo con la solidez econ車mica inicial de los hogares en que se experimenta una conmoci車n relacionada con el VIH. Los fallecimientos de adultos j車venes por causas naturales (incluidas las que se derivan del VIH/SIDA) tuvieron un efecto negativo sobre el crecimiento del ingreso en todos los hogares durante un per赤odo de cinco a?os, pero especialmente en los hogares que al inicio gozaban de discreta prosperidad.

La falta de educaci車n perpet迆a el ciclo de VIH/SIDA y pobreza, usualmente debido a decisiones relacionadas con la asistencia a la escuela, la procreaci車n, las finanzas y el desempleo. En varios estudios se han medido algunos de estos resultados negativos, que sugieren que las estrategias de los hogares para enfrentar esta situaci車n tienen importantes consecuencias intergeneracionales.

Si bien el VIH/SIDA tiene consecuencias negativas para la educaci車n, esta puede ser tambi谷n un veh赤culo para emprender iniciativas de mitigaci車n apropiadas. La integraci車n de educaci車n sobre el VIH/SIDA y programas de preparaci車n permanente para la vida en los planes de estudios puede ser un medio eficaz para influir sobre cambios de conducta en los ni?os desde una edad temprana. Alrededor del 40% de las instituciones de educaci車n superior de Sud芍frica tienen diferentes tipos de dependencias dedicadas a la investigaci車n del VIH/SIDA. Esas dependencias deber赤an realizar investigaciones sobre el VIH/SIDA y el alivio de la pobreza que sean pertinentes para la formulaci車n de estrategias y cuyos resultados puedan contribuir a las decisiones de pol赤tica y otras intervenciones apropiadas. Asimismo, el VIH/SIDA deber赤a integrarse en los planes de estudios acad谷micos. Al propio tiempo, el establecimiento de proyectos de desarrollo sostenible a nivel comunitario con objeto de empoderar a las comunidades podr赤a ayudar a las personas y los hogares a superar el impacto de la enfermedad en lo que respecta a pobreza.
El autor agradece las contribuciones a este art赤culo de los Profesores Julian May y Alan Whiteside, de la Universidad de KwaZulu-Natal.

Notas

1 D. Gachui, The Impact of HIV/AIDS on Education Systems in the Eastern and Southern African Region, Informe del UNICEF, 1999.

2 C.L. Risley y L.J. Drake, Impact of HIV and AIDS on Education in the Greater Mekong Sub-Region, Presentaci車n para un seminario, Siem Reap (Camboya), 2007.

3 HIV Prevalence and Related Factors-Higher Education Sector Study, South Africa 2008-2009, ISBN:978-0-620-46068-2, 2010.

4 T. Barnett y A. Whiteside, AIDS, Public Policy and Child Well-Being (Editado por Giovanni Andrea Cornia), Cap赤tulo 11, Centro de Investigaciones Innocenti del UNICEF, 2007.

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