17 octubre 2011

?Cómo respondemos? ?Cómo sabemos cuándo responder? Estas son dos preguntas fundamentales que impulsan el socorro y la ayuda humanitaria, pero todas las respuestas corresponderán a una gama de emergencias y crisis más amplia, que el sistema de las Naciones Unidas está preparado para prevenir y mitigar, y para asistir en las etapas de recuperación. El principio en que se basan todas las operaciones de las Naciones Unidas es ayudar a salvar vidas, prevenir las muertes innecesarias y, en los casos en que se han cometido atrocidades en gran escala, hacer que los autores rindan cuentas de sus actos. Al acercarnos al segundo decenio del siglo XXI, nos percatamos de que conocer implica tener acceso y recurrir a tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) que abarcan desde la web e Internet, a través de las computadoras personales, hasta la red de telefonía móvil mediante teléfonos inteligentes y mensajes de texto cortos (SMS). En la actualidad la condición humana está inseparablemente vinculada con la disponibilidad de información en línea, lo que incluye desde servicios básicos hasta compras personales, y desde operaciones bancarias y comerciales hasta la educación y la atención de la salud. Las naciones que cuentan con mejores infraestructuras de TIC muestran invariablemente mejores indicadores de desarrollo humano y una prosperidad económica más sólida. Al mismo tiempo, los disturbios ocurridos recientemente en Londres (avivados por la utilización de medios de comunicación sociales y TIC con base en la web), los casos cada vez más frecuentes de delitos informáticos, la retórica de odio en línea que contribuye a la violencia mundial, el robo de identidad, la pérdida de datos, la vigilancia que mantienen regímenes represivos y la propaganda por medios informáticos son solo algunos aspectos de la otra cara de la moneda de nuestras sociedades interconectadas.

Reconociendo que se puede utilizar Internet con fines legítimos y también con fines perjudiciales, la Fundación ICT4国产AV se propone facilitar comunicaciones mejoradas, eficaces y sostenidas entre los pueblos, las comunidades y las entidades involucradas en la prevención de conflictos, la mediación y la consolidación de la paz a través de una mejor comprensión y utilización de las TIC, incluidos los medios de difusión. También tiene en cuenta el papel de las TIC en la gestión de las crisis que, para los fines de este proceso, se define como la intervención civil y/o militar en una crisis que puede ser o no violenta, con la intención de evitar que se intensifique y facilitar su resolución. Esta definición también abarca la prevención de conflictos y las actividades de mediación y mantenimiento y consolidación de la paz, así como la gestión de los desastres naturales, la reacción inicial y las operaciones humanitarias de la comunidad internacional. Al tender un puente entre los pueblos y las diferentes organizaciones y actividades durante las distintas fases de las crisis, ICT4国产AV se esfuerza por facilitar mecanismos holísticos, cohesivos y de colaboración, en total acuerdo con el párrafo 36 de la Declaración de Túnez de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, también aprobado en 2005 como parte del Compromiso de Túnez de la Cumbre Mundial, que dice lo siguiente:

"36. Valoramos las posibilidades que ofrecen las TIC para fomentar la paz y prevenir conflictos que, entre otras cosas, afectan negativamente al logro de los objetivos de desarrollo. Las TIC pueden utilizarse para identificar situaciones de conflicto mediante sistemas de alerta temprana con objeto de prevenirlos, fomentar su resolución pacífica, prestar apoyo a las actividades humanitarias, entre ellas la protección de los civiles en los conflictos armados, facilitar las misiones de mantenimiento de la paz y colaborar en la consolidación de la paz después de los conflictos y la reconstrucción."

La Fundación ICT4国产AV se creó posteriormente, en la primavera de 2006, con objeto de aumentar la concienciación sobre el compromiso de Túnez y promover su aplicación en la práctica en todas las etapas de gestión de una crisis. La Fundación comprendió desde su inicio las limitaciones de la comunidad internacional para dar respuesta a la súbita ocurrencia de desastres y violencia en las largas, interminables y complejas emergencias de carácter político. Mucho se ha escrito sobre esas deficiencias, que abarcan desde la falta de colaboración y coordinación hasta la circunstancia, cada vez más frecuente, de que los datos necesarios para la alerta y la respuesta tempranas se encuentran en centros de información de empresas privadas, sujetos a diversos impedimentos, legales o de costo, para su distribución y utilización.

En 2007, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) exhortó a que se mejorara la gestión de la información en situaciones de crisis en el Simposio Mundial + 5, "Información para la acción humanitaria". El objetivo principal del Simposio era reunir a una comunidad de prácticas sobre información para fines humanitarios y conocimientos compartidos. En el informe final se se?aló lo siguiente1:

"Habida cuenta de que el panorama de la acción humanitaria evoluciona constantemente, la capacidad de la comunidad de ayuda humanitaria para distribuir, gestionar e intercambiar información sigue encontrándose ante desafíos y oportunidades. Si bien la información oportuna, pertinente y confiable sigue siendo un elemento central para la coordinación y la respuesta eficaces de la comunidad humanitaria, los usuarios esperan cada vez más disponer de una información que sustente la promoción basada en pruebas, la adopción de decisiones y la asignación de recursos. Ante estas expectativas, los profesionales de la información reconocen que deben trabajar conjuntamente con miras a producir una información adaptada para responder a una gama de necesidades diferentes en los países afectados, sobre la base de normas comunes y métodos analíticos sólidos. La tecnología actual ofrece muchas soluciones, pero para poder realizar progresos reales todavía se necesita que las personas y sus organizaciones, actuando como una comunidad, estén dispuestas a cooperar en el intercambio, la gestión y la comunicación de información."

La Fundación ICT4国产AV, que participó en el Simposio de la OCAH y apoyó sus recomendaciones, fue invitada por el Oficial Principal de Tecnología de la Información de las Naciones Unidas a que ayudara en la formulación de un conjunto coherente, adaptable e interoperable a nivel de todo el sistema, de políticas, prácticas, plataformas y normas que fortalecieran la gestión de la información en situaciones de crisis. La Estrategia de gestión de la información en situaciones de crisis (CiMS), de las Naciones Unidas, se basa en el reconocimiento de que los gobiernos, las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales, las organizaciones no gubernamentales (ONG), las empresas y los medios de difusión tienen una gran experiencia en materia de respuesta a las crisis. Sin embargo, ningún organismo, departamento o agente tiene por sí solo capacidad ni mandato para enfrentarlas. Por ello es vital que todos los participantes en la prevención de desastres y en la respuesta armonicen la utilización de los instrumentos y los sistemas a fin de producir, diseminar y archivar la información de manera que pueda accederse rápidamente a ella y utilizarse para enfrentar cualquier tipo de crisis. La Estrategia ayudará a todos los actores, incluidos los Estados Miembros y los organismos de las Naciones Unidas, a enfrentar todas las etapas del ciclo de una crisis con más eficiencia y eficacia. En su calidad de miembro de la Junta de la Fundación ICT4国产AV, el ex Presidente y Premio Nobel de la Paz Martti Ahtisaari se?aló en la primera reunión de las Naciones Unidas sobre gestión de la información en situaciones de crisis, celebrada en 2007:

"Una importante deficiencia del enfoque de la comunidad internacional hasta la fecha ha sido confiar las TIC y las cuestiones citadas supra a los departamentos de tecnología de la información sin orientarlos debidamente sobre lo que se desea lograr. Deben ser los dirigentes y las víctimas quienes decidan los datos y la información que necesitan. Es preciso que los especialistas en tecnologías de la información faciliten el flujo de la información y los conocimientos y que no actúen como guardianes. Reitero que el problema no radica en la tecnología en sí, sino en la organización, el liderazgo y los recursos."

Desde 2007, bajo el liderazgo del Oficial Principal de Tecnología de la Información de las Naciones Unidas, el principal aporte incluyó sugerencias estratégicas sobre cómo podía el sistema de las Naciones Unidas conectarse con la creciente comunidad de cartografía de crisis para incorporar, con rutinas de validación apropiadas y oportunas, la información obtenida mediante la inteligencia colectiva en sus procesos de adopción de decisiones y formulación de políticas, y, en especial, sobre cómo responder al estallido súbito de una crisis.

Haití fue un momento decisivo en este sentido. Pocas semanas antes del devastador sismo de 2010, se envió allí una misión dirigida por el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, a la que también se invitó a la Oficina del Oficial Principal de Tecnología de la Información y a la Fundación ICT4国产AV, la cual dio por resultado valiosas perspectivas a nivel de terreno de en qué medida se necesitaba la Estrategia de gestión de la información en situaciones de crisis. No obstante, los acontecimientos sobre el terreno sobrepasaron las respuestas planeadas. En muchos sentidos, la tecnología utilizada a raíz del desastre para ayudar a la población afectada sobre el terreno no tenía precedentes y constituyó un viraje en cuanto a utilización de las TIC en actividades de socorro y ayuda. Gran parte de esa labor ya está bien documentada y es conocida. Con todo, dos meses después del terremoto2 la Fundación observó que:

"Puede y debe hacerse mucho más para reforzar la reactividad frente a desastres y la gestión de la información en las crisis. Ya no hay excusas para la mala preparación ni para reacciones de ayuda dejadas al azar. Ya sabemos mucho sobre lo que necesita hacerse, y para avanzar se requiere el financiamiento necesario acoplado a la voluntad política del sistema de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional. Algunas ideas y sugerencias en este sentido son:

Acelerar el desarrollo y la recolección de información esencial para crear bases de datos fácilmente accesibles para compartirlos con las Naciones Unidas y otras agencias de ayuda a fin de facilitar la identificación, los preparativos, y el alivio de los desastres.

Desarrollar TIC que funcionen mejor y que sean más resistentes en un entorno traumático.

Mejorar significativamente la interoperabilidad a través de todos los sistemas, entre las agencias de las Naciones Unidas y otras plataformas clave exteriores, incluyendo UN OneResponse, Ushahidi, Sahana y el Servicio de Información en Emergencias de InSTEDD.

La utilización de tecnologías endógenas es de importancia vital para ayudar a las comunidades a desarrollar sus propias capacidades y aptitudes en previsión de avisos de desastre, prevención y resistencia.

Impulsar una mayor cooperación entre los gobiernos y las ONG, sobre la base de parámetros comunes estandardizados, de procedimientos que regulen el acceso compartido a la información para facilitar la labor de ayuda.

Como se ha podido apreciar en Haití, las empresas internacionales y locales también son fundamentales para generar y mantener la afluencia financiera y reforzar la ayuda. Es necesario que estén asociadas a la gestión de información en las crisis.

El desarrollo de una caja de herramientas exhaustiva que permita la disponibilidad y evaluación de la gestión de la información durante las crisis, y que incluya mecanismos de valoración, especialmente para regiones y países propensos a desastres."

Haití puso de relieve la necesidad de que el sistema de las Naciones Unidas se relacionara más estrechamente con la comunidad de cartografía de crisis y con la información obtenida mediante la inteligencia colectiva. La Fundación preparó dos documentos clave relativos a esta cuestión, UN Common Operational Datasets plus crowdsourced information map y Crisismapping and the United Nations3.

En 2011, este ámbito ha evolucionado aún más. Ya es una realidad que las TIC ocupan un lugar central en los trabajos de socorro y ayuda, cualquiera que sea la naturaleza del desastre y dondequiera que ocurra. Aún quedan problemas importantes. Entre ellos figuran las cuestiones de la sostenibilidad, el establecimiento de relaciones claras con las Naciones Unidas, los gobiernos, el papel de la cartografía de crisis en emergencias complejas de carácter político, la propiedad y la utilización de los datos, la arquitectura de los datos y la gestión de las partes interesadas. Otro desafío radica en la variación de la respuesta, debido a que algunos desastres parecen más telegénicos que otros. Por ejemplo, actualmente la hambruna reinante en el Cuerno de ?frica y las crisis asociadas, que afectan gravemente a millones de personas, no han movilizado a la comunidad de cartografía de crisis ni a sus plataformas en línea tanto como la situación en Haití a raíz del sismo, o, más recientemente, la situación a que dio lugar el terremoto de 2011 en el Japón. Lamentablemente, todavía existen "desastres silenciosos" para los que podrían utilizarse las TIC, pero a menudo no se utilizan en la medida posible o deseable.

Hoy día, el proceso de gestión de la información en situaciones de crisis es debidamente reconocido en el sistema de las Naciones Unidas, y ha pasado de la promoción del empleo de las TIC en la labor de socorro, a la promoción de un marco más robusto para su adopción y aplicación. En muchos organismos, el personal directivo superior está aceptando la labor en redes y los instrumentos basados en la web, pero todavía de manera irregular, con poca o ninguna perspectiva institucional. La interoperabilidad sigue siendo problemática: los datos creados en algunas plataformas, por buenos que sean, todavía son difíciles de exportar y utilizar en otros sistemas. Siguen escaseando los recursos financieros y los conocimientos para la capacitación de personal encargado de la gestión de la información, sobre todo a nivel de terreno. La participación de la Fundación con los organismos de las Naciones Unidas en la gestión de la información en situaciones de crisis a lo largo de los a?os sugiere que persisten los problemas relacionados con el intercambio de datos entre la comunidad de cartografía de crisis, que es de por sí fragmentada, y los organismos de las Naciones Unidas.

En vista de la constante evolución de las TIC, es necesario que el sistema de las Naciones Unidas se mantenga ágil y consciente de hasta qué punto estas tecnologías pueden ayudar a prevenir y mitigar las crisis y a darles respuesta. El sistema de las Naciones Unidas es el representante de la comunidad internacional que queda presente en las zonas de desastre mucho después de que la atención de los medios de difusión mundiales se disipa y las numerosas ONG se marchan. Por tanto, es vital prestar apoyo al proceso de la Estrategia de gestión de la información en situaciones de crisis, como medio que permitirá que el sistema de las Naciones Unidas responda con más eficiencia y eficacia a la plétora de desafíos que nos acosan.
Notas

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La Crónica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, así como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los artículos no implican necesariamente un apoyo o una aceptación por parte de las Naciones Unidas.?