1 junio 2007

El cambio clim¨¢tico se reconoce como una de las amenazas m¨¢s graves a que se enfrenta la humanidad. Nadie es inmune a sus efectos. El efecto de las variaciones clim¨¢ticas y el cambio clim¨¢tico sobre los sistemas naturales y humanos plantea serios retos a nuestro objetivo de reducir la pobreza y alcanzar un desarrollo sostenible.
Tal y como menciona el pre¨¢mbulo de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico (CMNUCC), "la naturaleza mundial del cambio clim¨¢tico requiere la cooperaci¨®n m¨¢s amplia posible de todos los pa¨ªses y su participaci¨®n en una respuesta internacional efectiva y apropiada, de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus capacidades respectivas y sus condiciones sociales y econ¨®micas".


En los ¨²ltimos tiempos, los desastres naturales y las condiciones meteorol¨®gicas extremas han dominado la actualidad afectando vidas y perturbando las actividades econ¨®micas de pa¨ªses tanto desarrollados como en desarrollo. Cabr¨ªa por ejemplo recordar el tsunami del Oc¨¦ano ?ndico que afect¨® al sureste asi¨¢tico, las inundaciones y sequ¨ªas de envergadura inusitada en diferentes partes del mundo, la creciente intensidad de los huracanes en el Atl¨¢ntico Norte y el Caribe, y los terremotos del norte de Pakist¨¢n y la India. Todos estamos en situaci¨®n de riesgo, aunque los ¨ªndices de vulnerabilidad muestran que los peque?os estados insulares en desarrollo como Jamaica son tres veces m¨¢s susceptibles de sufrir el impacto negativo del cambio clim¨¢tico que los pa¨ªses desarrollados.


La econom¨ªa de Jamaica y su infraestructura f¨ªsica y social han experimentado el impacto negativo de los desastres naturales, incluidas las tormentas de creciente frecuencia e intensidad, en muchas ocasiones. Lo que es m¨¢s, adaptarse al cambio clim¨¢tico y las variaciones clim¨¢ticas es una empresa costosa que a menudo sobrepasa la capacidad financiera y los recursos de muchos gobiernos. Es por tanto importante que los diversos compromisos de la comunidad internacional se conviertan en una realidad.


Como muchos otros pa¨ªses del Caribe, Jamaica se ha embarcado en una serie de proyectos con el objetivo de formar capacidad para poder sobrellevar los efectos del cambio clim¨¢tico. No obstante, nuestros modestos esfuerzos individuales tienen un l¨ªmite. La Comunidad del Caribe (CARICOM) ya ha aunado esfuerzos para establecer el Centro de Cambio Clim¨¢tico de la Comunidad del Caribe. Con sede en Belice, el Centro presta asistencia para la incorporaci¨®n de las cuestiones del cambio clim¨¢tico a la actividad general de planificaci¨®n del desarrollo de los pa¨ªses de la regi¨®n. Tambi¨¦n proporciona predicciones de los expertos y an¨¢lisis de impactos potencialmente peligrosos del cambio clim¨¢tico, adem¨¢s de promover programas especiales que creen oportunidades para el desarrollo sostenible.


En el momento en que la regi¨®n se prepara para otra temporada de huracanes, constato con gran preocupaci¨®n las conclusiones del Grupo de Trabajo II del Cuarto Estudio de Evaluaci¨®n del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) que predicen una subida continuada de las temperaturas mundiales. Dicho estudio tambi¨¦n apuntaba, entre otras conclusiones, que los lagos del mundo, las zonas costeras y los r¨ªos ya est¨¢n respondiendo a los efectos del cambio clim¨¢tico provocados por la mano del hombre, y que las zonas costeras poco elevadas y los peque?os estados insulares en particular son los que mayor riesgo corren debido a la amenaza del incremento del nivel del mar. Esos acontecimientos afectar¨¢n de manera inevitable a la seguridad alimentaria, el abastecimiento de agua dulce y la biodiversidad, y supondr¨¢n un reto adicional para los objetivos de reducci¨®n de la pobreza.


No podemos tomarnos estas conclusiones a la ligera. En este sentido, me complace la recomendaci¨®n del informe del Grupo Intergubernamental haciendo un llamamiento a una acci¨®n temprana y concertada con objeto de minimizar consecuencias potencialmente devastadoras. Nuestra mayor esperanza es la colaboraci¨®n internacional, ya que el enfrentarse de manera efectiva al cambio clim¨¢tico ha de ser una responsabilidad compartida. Quisiera mencionar que, pese a que las emisiones de gases de efecto invernadero de Jamaica pueden considerarse bastante peque?as (menos de un 1% de las emisiones anuales mundiales), hemos comenzado a contribuir a la atenuaci¨®n de las amenazas que se desprenden del cambio clim¨¢tico. Jamaica, en su calidad de parte de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico y del Protocolo de Kyoto, ha tomado medidas afirmativas y tangibles con el establecimiento de la estaci¨®n e¨®lica Wigton Wind Farm que se encuentra en la parte meridional del pa¨ªs. Este proyecto, financiado en parte por el Gobierno de los Pa¨ªses Bajos, posee una capacidad estimada de 20,7 Mw de potencia y en la actualidad suministra aproximadamente 7 Mw a la red el¨¦ctrica nacional.


En la regi¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe se han establecido unas metas respecto al uso de energ¨ªas renovables para suplir las necesidades energ¨¦ticas. Al igual que otros peque?os estados insulares en desarrollo, es natural que los pa¨ªses del Caribe hayan hecho mucho hincapi¨¦ en las iniciativas de adaptaci¨®n como un medio para sobrellevar el cambio clim¨¢tico. No obstante, y dado el coste de esas medidas, el apoyo de la comunidad internacional a trav¨¦s de la asistencia t¨¦cnica y financiera de manera oportuna y sostenible es una necesidad incuestionable.


Jamaica enfatiza adem¨¢s la necesidad de una transferencia eficiente de tecnolog¨ªas respetuosas con el medio ambiente que contribuya a los esfuerzos que realizan los pa¨ªses en desarrollo a enfrentarse al cambio clim¨¢tico y los haga avanzar hacia la consecuci¨®n de los objetivos de desarrollo del Milenio. Tal y como Sir Nicholas Stern apunta tan acertadamente en su Examen Stern sobre los aspectos econ¨®micos del cambio clim¨¢tico, "el cambio clim¨¢tico es global en sus causas y consecuencias, y la acci¨®n colectiva internacional ser¨¢ por tanto clave".


Es evidente que la cooperaci¨®n a largo plazo es fundamental si se pretende obtener resultados y cambios significativos. A medida que nos acercamos a 2012, el final del primer per¨ªodo de compromiso para la reducci¨®n de las emisiones por parte de los pa¨ªses desarrollados conforme al Protocolo de Kyoto, esas acciones se hacen a¨²n m¨¢s cr¨ªticas si cabe. Ese hecho es particularmente importante para los peque?os y vulnerables Estados insulares, incluido Jamaica. Ha llegado el momento de que el mundo se muestre decidido y emprenda medidas serias para mitigar el impacto futuro del cambio clim¨¢tico. Unas reducciones mayores de los gases de efecto invernadero y el desarrollo, despliegue y uso a gran escala de energ¨ªas limpias renovables son tambi¨¦n esenciales para alcanzar ese objetivo.


En un momento en que se da una sensibilizaci¨®n sin precedentes a nivel mundial sobre la importancia del clima, la energ¨ªa y el agua, y su relaci¨®n con la mitigaci¨®n de la pobreza, se hace necesario centrarse m¨¢s en el reto de lograr el desarrollo sostenible. Los avances realizados se producen con la esperanza de que podamos establecer alianzas eficaces para enfrentarnos a la que es una preocupaci¨®n com¨²n de la humanidad.

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