Excmo. Sr. Joseph Deiss
Palabras con ocasi贸n del Concierto del D铆a de las Naciones Unidas
Nueva York, 22 de octubre de 2010
Sr. Secretario General,
Excelencias,
Se帽oras y se帽ores
Es para m铆 un placer y un honor darles la bienvenida esta noche al Sal贸n de la Asamblea General para escuchar el Concierto del D铆a de las Naciones Unidas. Quiero expresar mi especial agradecimiento a Usted Sr. Secretario General y a su esposa, Sra. Ban Soon-taek, as铆 como al Gobierno y a la Misi贸n Permanente de la Rep煤blica de Corea, por hacer posible la continuaci贸n de esta hermosa tradici贸n.
El tema del concierto del D铆a de las Naciones Unidas de este a帽o son los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Es esta una excelente ocasi贸n para recordar que hace exactamente un mes, dirigentes de todo el mundo se reunieron en este Sal贸n para hacer balance de los progresos realizados en la consecuci贸n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y reconfirmaron su firme compromiso de reducir sustancialmente la pobreza y mejorar las vidas de millones de personas pobres de todo el mundo para el a帽o 2015.
Con la adopci贸n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2000, expresamos nuestra solidaridad con los m谩s vulnerables. Demostramos que todos los pueblos de las Naciones Unidas formamos una sola comunidad y que nadie tiene derecho a permanecer indiferente ante la extrema pobreza y el sufrimiento de los dem谩s.
Entonces llevamos la esperanza a millones de hombres y mujeres; y ahora debemos aunar nuestros esfuerzos para satisfacer sus expectativas y cumplir nuestra promesa. Ese es nuestro deber moral. De ese modo, haremos una importante contribuci贸n a la paz, la seguridad y la prosperidad en todo el mundo, que es la misi贸n primordial de las Naciones Unidas.
Esa solidaridad, que es el n煤cleo central de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, es tambi茅n imprescindible a los m煤sicos para ejecutar un concierto. Las cuestiones personales deben dejarse a un lado y todos deben cooperar para que su m煤sica sea melodiosa.
Del mismo modo que los m煤sicos que tocan en la orquesta transforman las vacilaciones de los ensayos y la cacofon铆a que se produce durante el afinado de los instrumentos en una armon铆a perfecta durante el concierto, as铆 nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas trabajaremos por el bien de todos en un esp铆ritu de cooperaci贸n y consenso.
Se帽oras y se帽ores,
La m煤sica nos une a trav茅s de las culturas y las fronteras para promover la paz y la armon铆a. Quien canta no discute; quien toca un instrumento no esgrime un arma.
Para decirlo con palabras de Plat贸n, dejemos que la m煤sica d茅 alma al universo, alas a la mente, vuelo a la imaginaci贸n, y vida y alegr铆a a todas las cosas.
Muchas gracias.